Los Desposorios de la Virgen


Pintada por Luis Juárez y considerada como una de sus más importantes obras, Los Desposorios de la Virgen es un claro ejemplo del Barroquismo pictórico.
Destacan elementos como valor tonal en casi toda la pintura, ayudando a conseguir efectos de texturas (especialmente en las telas) así como un tercer elemento de iluminación, presente tanto en las vestimentas de los personajes, como en sus rostros.
Los ojos en la vestimenta del Sacerdote simbolizan la omnipresencia de Dios. El mismo ojo de Dios en estructura triangular simboliza la Santísima Trinidad. Otros elementos importantes presentes son los lirios que sostiene los ángeles, representan la pureza de la Virgen María. Al igual que el Santo espíritu representado en la paloma.

Santa Teresa de Ávila y sus acompañantes

Sosteniendo el bastón de un Obispo en una mano y la otra levantada como presenciando un milagro, Santa Teresa admira con fervor el florecimiento de un árbol, posible símbolo de algún escrito o vivencia suya.


Elementos
como balance asimétrico, textura y valor tonal se presentan en las vestimentas de tanto de Santa Teresa de Ávila como sus acompañantes. Se aprecia su clara influencia Manerista y la recurrente simbología de elementos en las obras de Luis Juárez.

El Arcángel San Miguel luchando contra el demonio


En esta obra de Luis Juárez, se presenta la teología de la idolatría en la que el arcángel San Miguel jugó un papel central. En el Mundo de las imágenes, esta posición puede representar un rubicundo arcángel San Miguel venciendo a un satanás con facciones indígenas.

La pintura está compuesta por un eje axial ligeramente en diagonal, posturas maneristas, detalles preciosistas por su riqueza en detalles como texturas y el manejo de valores tonales, así como el simbolismo particular en las obras de Luis Juárez (previamente dicho).

En su contexto, representa un discurso contra la idolatría, en un momento en el que se llevaba a cabo una campaña de erradicación, respaldada por tratados como los de Jacinto de la Serna y Hernando Ruís de Alarcón. Se hace referencia a un hecho actual, la guerra cósmica seguía y el demonio con rasgos indígenas simboliza la presencia de sus fuerzas sometidas en América.


Luis Juárez

Otro importante pintor en la Nueva España del Siglo XVI fue Luis Juárez(1635 - 1665), discípulo de Echave de Orio.
Entre sus más importantes obras se pueden mencionar Los Desposorios de la Virgen, Santa Teresa de Jesús y también El Arcángel San Miguel luchando contra el demonio, obras que manifiestan su estilo que se deriva del de Zurbarán, añadiéndole ciertos decorativos indígenas en sus obras.
Su trabajo representa la Contra Reforma prosaica del estilo en México, representando frecuentemente figuras santas/religiosas de una manera íntima y directa.

San Cristóbal con el Niño Jesús



Actualmente en la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México, esta pintura de Simón Pereyns data para el año de 1588.
Como en muchas de las obras de Simón Pereyns, se aprecia su estilo Manerista en la composición de los personajes donde se destacan elementos preciosistas en las telas y el uso de toques dorados.


También pintada por el flamenco Simón Pereyns, Nuestra Señora del Perdón (o también conocida como Virgen del Perdón) esta compuesta por el Niño Jesús, acompañado por San Joaquín, Santa Ana y cuatro angelitos en la parte superior.
Fue pintada a expensas de los fieles en 1668, tal pertinencia impuesta por el Santo Oficio, a causa se dice, de una injusta acusación hecha por su socio el pintor Francisco Morales.

Esta obra se encontraba (quemada en el incendio de 1967) en el retablo mayor de la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México como obra principal del retablo.
Aunque se desconocía su verdadera autoría, atribuyéndose a varios artistas de la época, en julio de 1965, Justino Fernández y Xavier Moisén descubrieron en el peralte del escalón una firma que decía "Ximón Perines/Pinxievit".

Igualmente salió a la luz que no solo estaba pintada sobre una puerta sino en una tela debidamente preparada, certificándose finalmente la paternidad de la obra a Simón Pereyns.
Tiene los elementos estéticos recurrentes en las obras de Simón Pereyns como balance de elementos, personajes con tonalidades doradas y así como detalles preciosistas en las texturas de las telas en los personajes; elementos de su gran influencia manerista.

La Resurrección


Pintada por Simón Pereyns, esta obra se encuentra en el retablo mayor en la iglesia Franciscana de San Miguel (Huejotzingo, Puebla).
Se caracteriza por su clara influencia manerista, sobre todo en el soldado en la esquina inferior derecha, quien presenta una complicada posición al voltear asombrado hacia el Cristo, manteniendo su cuerpo frontal mientras su pierna derecha se dobla.
La composición de la obra se encuentra en balance casi proporcional en cuanto a los personajes presentes en ella.
Se destacan los elementos como brillo, valores tonales y texturas en cada uno de los personajes.
La sensualidad de la que tanto se expresa en el Manerismo, está indicanda en el cuerpo del Cristo resucitando y que además tiene tonalidades doradas que realzan su presencia.